Las fotografías fueron exhibidas en el Centro Municipal de Exposiciones, Subte, Montevideo, Uruguay, del 8 de julio al 8 de agosto de 2004.  Fueron seleccionadas de una seria de fotografías sacadas en Playa Pocitos, Montevideo, Uruguay.

 

La fotografías fueron sacadas con una cámara Canon EOS 1Ds Mark II.

 

 

 

 

 

 

 TEXTO DE LA EXPOSICIÓN

 

 “El arte toma un trozo de caos en un marco, para formar un caos compuesto que se vuelve sensible, o del que extrae una sensación caoidea como  variedad; pero la ciencia toma uno en un sistema de coordenadas y forma un  caos referido que se vuelve Naturaleza, y del que extrae una función  aleatoria y unas variables caoideas.” 1

 

La luz y el color son un tópico recurrente en las fotografías de Sean Partridge y a partir de esta consigna registra con su cámara el espíritu de los objetos fotografiados. Su propósito es subordinar la cámara a sus intenciones. Establece un orden que los postula en un acto trascendente hacia la cultura como memoria colectiva y del artista. Este proyecto de exhibición duró exactamente un año. A partir del 1º de Marzo de 2003 el autor fue registrando fotográficamente residuos mañaneros de las playas de Montevideo, descontextualizando el objeto-residuo de su ambiente natural.

 

Los productos de desecho: dentífricos, snacks, condones usados, prendas de ropa olvidadas, son registros de huellas, de memorias, de encuentros. La arena tornasolada impoluta de la mañana o con huellas de caminantes, siempre es el fondo de los objetos registrados.

 

Captura los estados puros de las cosas en el preciso instante determinado por la luz natural del lugar sin recurrir a efectos especiales de programas de fotoshop. 

 

Además agrega valor (a la concepción entre la imagen real y la capturada), el propio fotógrafo y su subjetividad o el tipo de lente usado en la máquina. Es interesante destacar también que SP tomó las fotografías mirando directamente desde su altura, caminando por la playa.

 

“... el hecho de que pudiera sacar una ‘hermosa’ fotografía de un pedazo de vidrio roto embutido en arena pura, que luego podría encontrarse embutido en el pie de alguien, o una bolsa de plástico  medio enterrada  que podría seguir contaminando la playa en un millón de años, me interesaron mucho.” comenta el artista.

 

Las fotografías pueden ser miradas simplemente como un registro de diferentes objetos de desecho en la playa, pero también constituyen algún tipo de evidencia. Un testimonio de acontecimientos, un orden simbólico de presencias que desde sus huellas genera lecturas ambivalentes y a veces contradictorias.

 

El fotógrafo genera un archivo de desechos que resignifica en símbolos. Un carné perteneciente a algún ciudadano de algún club o asociación es devuelto a la orilla por el mar , una bolsa de nylon semienterrada en la arena refleja un color opalescente a través de la luz de la mañana.

 

Al observar la colección completas de fotografías comienza el orden que establece narraciones y los pequeños relatos de historias que se sucedieron en el lugar,  porque como dice Walter Benjamín en Infancia en Berlín: “Jamás podremos rescatar totalmente lo que escogemos. Quizás esté bien así.” 

 

El diseño del montaje mantiene el carácter de work in progress. El registro de la totalidad de las fotos nombra el trabajo de ese año con fecha inicial y de término. El resto de la sala presenta algunas fotos copiadas en tamaños más grandes y producen pequeños relatos a través de los objetos encontrados, que quedan establecidos por los significantes de los objetos y también por su forma, iluminación y color.

 

Fernando López Lage

 



1   Del Caos al cerebro. Gilles Deleuze